Si tienes una empresa o un pequeño negocio en crisis, en este post entenderás todo lo que siempre has querido saber sobre qué es un concurso de acreedores.
Se trata de una guía fácil y sencilla para que entiendas mejor todos los aspectos básicos para que sepas su funcionamiento, tipos de concurso, fases, consecuencias, etc.
No obstante, al final del artículo descubrirás una modalidad que quizás no conocías: el Concurso de Acreedores Express. Un procedimiento rápido y económico para pequeñas y medianas empresas que no pueden hacer frente a sus deudas.
¿Qué significa Concurso de Acreedores?
Es un proceso judicial al que se enfrenta una empresa cuando no puede hacer frente a los pagos a acreedores (proveedores, trabajadores, bancos, etc.) en los plazos estipulados.
Se trata de un procedimiento largo en el que el Juez nombra un Administrador Concursal, que se encargará de:
- Analizar y confirmar que la empresa en crisis ha cumplido con la Ley.
- Valorar si la empresa puede ser conservada.
- Satisfacer a los acreedores según establece la Ley de forma equitativa.
- Proponer si el concurso es fortuito o culpable.
El pasado 1 de septiembre de 2020 entró en vigor el Art 6 de la Ley Concursal y el Art 5 del Texto Refundido que obliga al deudor a declarar Concurso de Acreedores en caso de hallarse en situación de insolvencia.
En el supuesto de hacer caso omiso a esta Ley, el empresario se arriesga a la derivación de responsabilidades contra su persona, con multas o incluso imputación penal.
Finalidad del Concurso
El concurso tiene varias finalidades:
- Satisfacer a los acreedores de forma ordenada.
- Satisfacer el mayor número de deudas posibles para asegurar que los acreedores no reciban un trato arbitrario.
- Proteger tanto el interés general, como los intereses del deudor.
- Lograr la continuidad de las empresas siempre que sea posible.
Funcionamiento Concurso Acreedores
Cuando el deudor llega a una situación financiera en que no puede afrontar sus deudas, el ordenamiento jurídico prevé el llamado concurso de acreedores.
Como hemos comentado, en el momento en que el deudor tenga conocimiento de su estado de insolvencia está obligado legalmente a solicitar, en el plazo de dos meses, la declaración de concurso.
Antes de la finalización del plazo, el deudor puede informar al juzgado de que ha puesto en marcha las negociaciones necesarias para llegar a un acuerdo de refinanciación, o para conseguir los medios para que el concurso de acreedores siga su curso.
Una vez que se presente la comunicación no será posible iniciar ejecuciones judiciales o extrajudiciales de bienes o derechos que impidan el desarrollo de la actividad empresarial o profesional.
Si el deudor así lo solicita, tiene derecho a que el concurso no se publique en los registros pertinentes. Esto puede ayudar a negociar la refinanciación, sin que la opinión pública influya en ello.
Tipos de Concurso de Acreedores
Existen dos tipos de concursos de acreedores:
Concurso voluntario
La iniciativa surge del propio deudor cuando este no puede hacer frente a las deudas. Se trata de un sistema de protección legal al que el deudor acude para:
- Protegerse ante posibles acciones de los acreedores.
- Buscar la reestructuración del negocio.
- Cumplir la Ley.
Concurso necesario
La iniciativa surge de los acreedores, socios o de personas legitimadas según el artículo 3.1 de la Ley Concursal. En este caso, el Juez decidirá sobre su tramitación.
Diferencia entre suspensión de pagos y Concurso Acreedores
A menudo se tienden a confundir los conceptos de suspensión de pagos y concurso de acreedores.
Si bien es cierto que ambos se refieren a la situación de insolvencia de una empresa, la diferencia está en el momento en el cual se produce dicha insolvencia. En primer lugar, se produce la suspensión de pagos y, a continuación, el concurso de acreedores.
Las razones para recurrir a concurso acreedores son dos: suspensión de pagos o quiebra. El primer caso implica que el deudor no puede hacer frente a la deuda en el plazo estipulado. En el caso de una quiebra, las deudas son superiores al valor de los activos (bienes o recursos económicos).
La suspensión de pagos implica una falta de liquidez temporal o transitoria (el deudor no puede pagar ahora, pero en el futuro sí). Por el contrario, una empresa en quiebra no tiene posibilidad de conseguir el dinero para pagar las deudas ni ahora ni en el futuro.
Concurso de Acreedores Fases
Las fases de un concurso son cuatro:
1. Fase común
Sección Primera
- Presentación de la solicitud de la declaración del concurso al Juez de lo Mercantil del territorio que corresponda.
- Estudio de la solicitud por parte del Juez. Si está completa dictará auto declarando el concurso; si no, el auto se desestimará pudiéndose recurrir.
Sección Segunda
- Una vez que se declara el concurso, el Juez nombrará un Administrador Concursal.
- Este Administrador Concursal analizará toda la información y situación del deudor, para emitir un informe sobre las circunstancias que pueden resultar fundamentales para la tramitación del concurso.
Sección Tercera.
- Se determina y valora la masa activa. Es decir, los bienes con los que el deudor cuenta en su patrimonio en la fecha de declaración del concurso, así como los que adquiera hasta su conclusión.
Sección Cuarta.
- Se determina la masa pasiva. Es decir, los créditos (deudas) contra el deudor y se clasifican en cuatro grupos: con privilegios especiales, generales, ordinarios y subordinados.
2. Fase de convenio
En esta segunda fase de convenio el deudor y los acreedores pueden presentar al Secretario Judicial una propuesta de convenio.
En esta propuesta se incluirán proposiciones de quita o espera, así como un plan de pagos detallado y minucioso. La propuesta tendrá que incluir también proposiciones alternativas para todos los acreedores o para algunos.
A continuación, los acreedores votarán en la Junta de Acreedores la propuesta que consideren oportuna según sus intereses.
El Juez decidirá sobre la aprobación del convenio, teniendo en cuenta el acta de la Junta. Es decir, si al menos una propuesta logra mayoría y no adolece de infracción alguna o defecto, el Juez aprobará el convenio.
3. Fase de liquidación
Esta fase consiste básicamente en vender los bienes del deudor para pagar toda la deuda que sea posible, según las prioridades que establece la Ley.
Esta fase se activa en los siguientes supuestos:
- Que lo solicite el deudor en cualquier momento del concurso.
- Que no se hayan presentado propuesta de convenio, o que estas no se hayan aprobado.
La fase de liquidación implica que el deudor pierde el control sobre la gestión y administración de la empresa, pasando estas funciones a manos del Administrador Concursal.
4. Fase de Calificación
Por último, el Juez dictará sentencia teniendo en cuenta las valoraciones del Administrador Concursal y del Ministerio Fiscal.
En esa sentencia, se calificará el concurso como fortuito o culpable.
Será calificado como culpable si se concluye que el deudor ha actuado de forma dolosa o con culpa grave. En este caso, el/los afectados serán inhabilitados para administrar bienes ajenos. Además, deberán devolver aquellos bienes obtenidos de manera indebida e indemnizar por los daños causados.
Concurso de Acreedores: ¿Quién cobra primero?
Como hemos comentado antes, tras declarar el concurso (voluntario o necesario), el Administrador Concursal decidirá cómo se tiene que llevar a cabo la liquidación de la empresa en concurso. Para ello, presentará un informe detallado y ordenado con las deudas de la sociedad.
Pero, ¿Quién cobra primero? Para entender mejor quién cobra en primer lugar, podemos decir que existen dos tipos de créditos (deudas):
- Los que se generan durante el concurso: estos se denominan créditos contra la masa y son los que cuentan con mayor prioridad a la hora de cobrar.
Créditos contra la masa: ¿Qué son?
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- Los últimos 30 días del salario de los empleados de la sociedad (sin superar el doble del salario mínimo interprofesional).
- Las indemnizaciones por despido por causas objetivas o improcedentes a partir de ese momento.
- Los generados antes del concurso: estos se denominan créditos concursales y hacen referencia a las deudas anteriores a la declaración de concurso. La Ley Concursal establece que estos se deben pagar después de satisfacer los créditos contra la masa.
El proceso por el que se satisfacen estas deudas es bastante complejo pero, para resumirlo de manera sencilla, estaríamos hablando de:
- Acreedores con garantía o hipoteca (suelen ser bancos).
- Trabajadores.
- Administraciones públicas (Seguridad Social, Hacienda, etc.).
- Por último, socios y proveedores.
Qué pasa después de un Concurso Acreedores
Tras un Concurso de Acreedores pueden darse tres casuísticas:
- El administrador puede ampliar el plazo de pago de la deuda para reducir la cuantía mensual.
- Puede negociar también la reducción de la cuota un tanto por ciento.
- Puede interrumpir el pago de la cuota un tiempo determinado.
Después de este proceso de negociación de deudas se procede a firmar el convenio del concurso de acreedores. Este convenio incluye los plazos y las cantidades acordadas para la satisfacción de la deuda.
La idea es que la empresa no cese su actividad y pueda afrontar sus deudas poco a poco, al tiempo que sigue generando ingresos.
No obstante, puede ocurrir que el administrador concursal decida poner fin a la actividad empresarial, debido a que la situación de insolvencia sea insalvable. En este caso la empresa de declararía en bancarrota y se procedería a su liquidación.
Consecuencias del Concurso de acreedores
Como hemos comentado antes, un concurso de acreedores se puede calificar como fortuito o culpable.
En caso de que se determine que es fortuito, no habrá responsabilidad alguna y, por tanto, podrá continuar con la actividad empresarial.
Si el concurso es culpable la situación cambiará bastante.
El Administrador Concursal y, en su caso, el Ministerio Fiscal son las figuras facultadas para solicitar la calificación de concurso culpable.
La sentencia deberá incluir:
- Personas a las que afecta la calificación de culpable y los cómplices, si los hubiera.
- Periodo de inhabilitación, durante el que no podrán hacerse cargo de la administración de bienes ajenos o de la representación de otra persona. La duración de este periodo puede ser de dos a quince años.
- Pérdida de derechos de cobro en el concurso.
- Condena de devolución de los bienes y derechos adquiridos de forma indebida.
- Obligación de indemnizar por los bienes y perjuicios causados.
Concurso Express: la solución perfecta para Pymes
Como habrás podido comprobar en este texto, el concurso de acreedores es un proceso largo y costoso que puede tener graves consecuencias para sus responsables.
Por suerte para muchas pequeñas y medianas empresas en crisis, la vigente Ley Concursal contempla la modalidad de concurso de acreedores “express”, como una solución rápida y efectiva.
La diferencia con el concurso ordinario, radica en la ausencia del Administrador Concursal. Una figura que, al no nombrarse, se evitará profundizar en la realidad de la situación de la sociedad.
El motivo por el que nace esta modalidad de concurso express es:
- Minimizar sobrecarga de los organismos judiciales: si la empresa no dispone de bienes para pagar sus deudas, es innecesario consumir recursos públicos.
- Evitar un proceso judicial costoso y extenso, que afectará muy negativamente tanto a la empresa, como a los acreedores.
Sin duda es la solución perfecta para pequeñas empresas o emprendedores que no disponen de suficientes activos (inmobiliarios, infraestructuras, maquinaria, etc.) para pagar sus deudas, o que estos cuentan con un alto grado de deterioro.
En HR Abogados nos hemos especializado en esta modalidad, contando con numerosos casos de éxito en todo el territorio nacional.
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