¿Estás aquí porque tu empresa está acumulando demasiadas deudas y no sabes qué hacer?
Si estás en esta situación, déjame decirte que puedes solucionarlo con la Nueva Ley Concursal.
Un procedimiento que permite aligerar los procesos concursales y garantizar la continuidad de las compañías que tienen problemas económicos.
Y es que, como bien sabes, la falta de liquidez suele limitar a las empresas para seguir con su actividad.
De modo que la reforma de esta ley ha supuesto un avance importante para las personas y empresas que no pueden hacer frente a su inestabilidad financiera.
Para que puedan acogerse a un concurso express en caso necesario.
Sigue leyendo porque aquí te lo explicaremos todo.
¿Cuándo entra en vigor la nueva ley concursal?
La Nueva Ley Concursal entró en vigor el 26 de septiembre de 2022.
Para conocer todas las modificaciones que ha introducido esta ley, sigue leyendo.
Principales novedades de la ley concursal
A continuación, te explicaremos las novedades de la Nueva Ley Concursal y beneficios que reciben tanto los acreedores como los deudores con esta reforma.
En concreto, esta nueva ley mejora a la antigua legislación, en 4 puntos:
Planes de reestructuración
Con la reforma de la Nueva Ley Concursal se garantiza que las compañías que se encuentren en problemas financieros, puedan acudir a un reestructuración preventiva que les posibilite continuar con su actividad.
Las personas físicas y jurídicas se pueden acoger a esta reforma cuando exista la posibilidad de crisis inminente, pero sin llegar a ella, como ocurría con la legislación anterior.
Las microempresas también se ven beneficiadas
Con esto lo que se pretende es encauzar las situaciones de endeudamiento y las preconcursales, no importa si aún no ha ocurrido o se va hacia ella.
Esta ley contiene orientaciones concretas para que este tipo de compañías se vean favorecidas, porque tienen la opción de iniciar el proceso de forma electrónica.
Este sistema se pondrá en marcha a partir del 1 de enero de 2023, cuando se hayan incorporado los programas tecnológicos que lo hacen posible.
Esta nueva manera de presentar estas gestiones, es un avance para este tipo de compañías y acreedores, porque les permitirá ahorrar tiempo de desplazamientos hacia las oficinas correspondientes.
Es una reforma que se presenta más eficaz
Con esta reforma de la Nueva Ley Concursal, amplía la relación de las deudas que son exonerables y existe la posibilidad de hacerlo sin liquidación del insolvente.
Esto resulta muy favorable, porque el empresario y el autónomo van a poder conservar sus bienes y activos empresariales.
Es decir, les permite seguir o empezar de nuevo, sin cargo de las deudas anteriores que han contraído y la que les ha llevado a la situación actual.
Todo esto se reajustará bajo condiciones del plan de pagos para exonerar las deudas y poder así resurgir.
Mayor agilidad y eficacia del proceso concursal
Los acreedores cuentan con la posibilidad de agilizar los procedimientos, además obtendrás una mayor participación de los socios de la empresa deudora, que puede facilitar la evaluación de la deuda.
Es decir, se reemplaza la junta de acreedores por una gestión escrita.
Así es como se minimiza la retribución de la administración concursal si se expone que el trámite no es eficiente.
Esto se da cuando el proceso dura más de 12 meses por causas que son imputables. Todas estas acciones van a impedir retrasos y garantizan una mayor efectividad.
¿En qué consisten los planes de reestructuración?
Una de las novedades más importantes de esta ley son los actuales sistemas de financiación.
Esta busca una actuación temprana para que se obtengan mayores posibilidades de éxito, ya que se ponen en marcha antes de que la crisis financiera sea irreversible.
Por tanto, las empresas y autónomos pueden acogerse a ella cuando haya indicios de problemas económicos, sin que sea inmediato.
Los procesos de reestructuración se pueden abrir hasta 2 años antes de que ocurran situaciones adversas.
Con esto se consigue limitar la liquidación que no es necesaria de compañías que todavía pueden emerger.
¿Qué implica el plan de reestructuración?
El plan de reestructuración que propone la reforma de la Nueva Ley Sucursal, conlleva las siguientes situaciones:
Detenimiento de las ejecuciones
En efecto, se suspenden todas las ejecuciones singulares, judiciales o extrajudiciales, de manera temporal.
Esto se hace con el fin de poder continuar con la actividad empresarial y facilitar las negociaciones para que las compañías no paren sus actividades, y, por tanto, sus empresas.
Suspensión de la solicitud del concurso
Una vez que el deudor ha iniciado la solicitud del concurso y existe la posibilidad de empezar un plan de reestructuración en corto plazo, se evita que el deudor cancele la petición cuando las negociaciones están en una fase avanzada.
Aparece la figura del reestructurador
Los planes de reestructuración buscan una intervención jurídica mínima, por tanto, las gestiones se realizan de manera informal y sin autoridad judicial.
Aunque se puede contratar a un experto en esta área, si se requiere.
Se puede homologar un plan de reestructuración que no haya sido aceptado por todas las clases de acreedores, o incluso por los socios del deudor persona física, si este contempla que se requiere un convenio de la junta.
La única intervención que tendrá el juez será la de homologar el plan que se haya aprobado.
Permite vender la empresa de manera parcial o completa
Se puede homologar un plan de reestructuración en el que considere la opción de vender la empresa o una parte.
Esto se conoce como plan liquidativo y se recomienda para empresas pequeñas y medianas.
Divide los créditos en clases
Los créditos con cargos concursales se separan en distintas clases, en base a:
- Índole financiera o no financiera;
- Activo en el que recaiga su aval si son préstamos garantizados;
- En base a cómo van a afectar por el plan cuando los préstamos de la misma naturaleza perciban herramientas de otra índole;
- Si los dueños de los créditos son empresas pequeñas y si el plan de reestructuración supone un sacrificio de más del 50% de su crédito. En estos casos eran un tipo de créditos separados, al igual que los créditos de derecho público.
Para concluir, aquí tienes un resumen de la Nueva Ley Concursal: permite a las empresas y autónomos negociar sus deudas y encontrar una solución ante una posible crisis financiera.
Aplicar las reformas de esta ley, implica crear un plan de reestructuración para que la persona jurídica o física no tenga que parar su actividad, y, por tanto, sus ingresos.
Esto les ayudará a iniciar una nueva fase sin la carga de las antiguas deudas.
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