Las dificultades para acceder a la financiación, retrasos en el pago de los clientes, trabas burocráticas y una baja cultura empresarial son algunas de las causas detrás de la elevada tasa de mortalidad empresarial.
Pablo Hesse lanzó en 2015 junto a dos socios Tiedots, una plataforma digital centrada en los contactos profesionales que ofrecía información personalizada acerca de los asistentes a un evento. El proyecto empresarial sobrevivió año y medio, el mismo tiempo que duró el dinero de sus fundadores. “El sector de los eventos no era suficientemente rentable para proporcionar retornos muy grandes. Además sufrimos la falta de liquidez. La primera fase de un proyecto debe ser financiada con recursos propios, pero luego hay un periodo de tiempo, hasta que el equipo consigue validar su negocio, que está huérfano de estructuras de capital. Y nosotros no conseguimos atraer financiación externa”, relata este emprendedor que ahora tiene en marcha otra iniciativa (Teltoo).